lunes, 12 de septiembre de 2016

PARA PADRES Y MADRES


Orientaciones básicas dirigidas a las familias de niños y niñas de 6 a 12 años.


Cuando hablamos de estudio, nos referimos a todo lo que tiene que ver con el trabajo escolar: hacer deberes, trabajos, resumir, repasar y propiamente estudiar o asimilar contenidos.

Cada niño o niña tiene su propio estilo y preferencias a la hora de estudiar, por ello es importante conocerlas y adaptarse a ellas. Como normal general, si algo le funciona es mejor no modificarlo.

Es muy importante que los padres y madres tengan en cuenta que los estudios son responsabilidad del chico. Esto es clave, no solo que lo tengan presente las familias, sino que lo inculquen y transmitan a los hijos: aunque los padres puedan colaborar, los estudios son cosa de ellos.

Los padres no son profesionales de la enseñanza: si bien los contenidos que aprenden los niños en estas edades son fáciles, enseñarlos no lo es. El trabajo de enseñar es de los profesionales preparados para ello: los maestros y maestras.

Los padres pueden colaborar en los aspectos que se indicarán a continuación, a través de las pautas que se proponen. Es importante recordar que, para ayudar en los estudios de los hijos, se necesita mucha constancia, cualidad ésta que también se les debe transmitir.


  1. VALORAR LOS ESTUDIOS

         *  La primera pauta es que la familia valore los estudios.
   *  Esto se hace de diversas formas: transmitiendo expectativas y  mensajes positivos hacia los estudios y otorgándoles la importancia que merecen.
   *  Se les debe prestar atención y valorar el esfuerzo y los logros que consigue, sobre todo el esfuerzo.
   *  Y, por supuesto, se debe dar ejemplo de responsabilidad y cumplimiento del deber por parte de los padres.

2. GARANTIZAR UNAS CONDICIONES MÍNIMAS 

    * Proporcionadle un espacio de estudio tranquilo, un lugar donde se concentre bien y sin interrupciones. Procurad que la  temperatura e iluminación estén bien reguladas y la mesa y la silla deben estar situadas de forma que la posición de su espalda sea la adecuada: recta y apoyada.
    * Deben garantizarse unas pautas de sueño y alimentación adecuadas para afrontar el trabajo intelectual así como una serenidad emocional en la vida del chico/a.




3. ELABORAR UN HORARIO DE ESTUDIO

    * Los padres pueden colaborar elaborando un horario para las actividades de la tarde incluyendo un tiempo diario para estudiar.
    * El horario se utilizará como referencia principal, aunque en algunas ocasiones podéis ser flexibles y se puede modificar.
    * De forma orientativa se proponen los siguientes tiempos de estudio:
                       -  1º y 2º de Primaria, 6 y 7 años, unos 40 minutos;
                       -  3º y 4º de Primaria, entre 60 y 90 minutos;
                       -  5º y 6º de Primaria, alrededor de 90 minutos;
                       -  En Secundaria, entre 90 minutos y 2 horas.
   * También es bueno planificar el fin de semana: el sábado puede ser el mejor día para trabajar, dejando el viernes para descansar (tras la semana de estudio) y el domingo para estar más relajado/a.
  Debe estudiar siempre durante el día, cuando la mente está más despejada. No es lógico estudiar por la noche cuando la mente rinde menos y al día siguiente el niño/a estará agotado/a.



4. SUPERVISAR

  * Supervisar implica estar pendiente de ciertos aspectos del estudio: del cumplimiento del  horario de estudio, del aprovechamiento del tiempo, de la realización de los deberes… en  definitiva estar informado de la marcha general.
   * Una forma de estar informados es revisar los cuadernos de clase y la agenda donde, en    ocasiones, los  profesores dejan observaciones.
   * La supervisión nos da también la posibilidad de elogiar los esfuerzos y los logros. Es muy  importante estimular el buen trabajo que hicieron, ya que responden mejor ante los elogios  que ante las críticas. Sin embargo, si trabajó por debajo de lo normal, podemos dedicarle una  crítica constructiva. No debéis criticarlo como persona, sólo corregirle sus errores. Tampoco  es adecuado compararlo/la con los demás compañeros/as o con las hermanas o hermanos.

5. AYUDAR A ORGANIZARSE

  * Es bueno ayudarle a organizarse: a preparar lo necesario para el día siguiente, a usar la agenda, las listas de tareas, los calendarios o a priorizar las obligaciones.
   * Hasta los 8 años o 3º de Primaria, es más eficaz utilizar un cuaderno que la agenda. Ésta se puede empezar a usar a partir de los 9 años o 4º de Primaria.
  * Si tiene varias tareas, es recomendable que empiece por la que tiene una dificultad media, seguir por la más difícil (cuando se rinde más) y terminar por la más sencilla, cuando ya está más cansado/a.

6. MANTENER CONTACTO CON EL COLEGIO

   * Mantener contacto con el tutor o tutora es una forma de darle importancia a los estudios y de estar informado, además es una manera de prevenir posibles dificultades. Como mínimo, sería conveniente mantener una entrevista en cada trimestre, aunque el chico o la chica no tenga ningún problema.
   * Si se necesita ayuda, se deben solicitar pautas claras y concretas: qué tengo que hacer, cómo y con qué lo hago.


7. OFRECER AYUDA DIRECTA

  * Aunque la familia puede ayudar en aspectos concretos, ayudar no es sustituir. ¡No es hacerle los deberes! Hacedle saber que estáis disponibles para ayudarles pero que son ellos los que tienen que hacer sus deberes por sí mismos para que aprendan de forma efectiva.
   * La forma de ofrecer ayuda directa puede ser: interpretar las instrucciones de una tarea, facilitar información, resaltar información clave o comprobar si se ha asimilado un contenido. 

8. PROMOVER OTROS APRENDIZAJES

 * Por último, siempre pueden promover otros aprendizajes como fomentar la lectura, mejorar los idiomas, profundizar en el uso educativo de las nuevas tecnologías, el gusto por la música, la visita de museos, exposiciones, el teatro, acudir a conciertos y todo lo relacionado con el enriquecimiento cultural.