Orientaciones básicas dirigidas a las familias de niños y niñas de 6 a 12 años.
Cuando hablamos de estudio, nos referimos a todo lo que tiene que ver con el trabajo escolar: hacer deberes, trabajos, resumir, repasar y propiamente estudiar o asimilar contenidos.
Cada
niño o niña tiene su propio estilo y preferencias a la hora de estudiar, por
ello es importante conocerlas y adaptarse a ellas. Como normal general, si
algo le funciona es mejor no modificarlo.
Es
muy importante que los padres y madres tengan en cuenta que los
estudios son responsabilidad del chico. Esto es clave, no solo que lo
tengan presente las familias, sino que lo inculquen y transmitan a los hijos:
aunque los padres puedan colaborar, los estudios son cosa de ellos.
Los
padres no son profesionales de la enseñanza: si bien los contenidos que aprenden
los niños en estas edades son fáciles, enseñarlos no lo es. El trabajo de
enseñar es de los profesionales preparados para ello: los maestros y maestras.
Los padres pueden colaborar en los aspectos que se indicarán a continuación, a través de las pautas que se proponen. Es importante recordar que, para ayudar en los estudios de los hijos, se necesita mucha constancia, cualidad ésta que también se les debe transmitir.
Los padres pueden colaborar en los aspectos que se indicarán a continuación, a través de las pautas que se proponen. Es importante recordar que, para ayudar en los estudios de los hijos, se necesita mucha constancia, cualidad ésta que también se les debe transmitir.
1. VALORAR LOS ESTUDIOS
* La primera pauta es que la familia valore los estudios.
* La primera pauta es que la familia valore los estudios.
* Esto se hace de diversas formas: transmitiendo
expectativas y mensajes positivos hacia
los estudios y otorgándoles la importancia que merecen.
* Se les debe prestar atención y valorar el esfuerzo y
los logros que consigue, sobre todo el esfuerzo.
* Y, por supuesto, se debe dar ejemplo de
responsabilidad y cumplimiento del deber por parte de los padres.
2. GARANTIZAR UNAS CONDICIONES MÍNIMAS
* Proporcionadle un espacio de estudio tranquilo, un
lugar donde se concentre bien y sin interrupciones. Procurad que la temperatura
e iluminación estén bien reguladas y la mesa y la silla deben estar
situadas de forma que la posición de su espalda sea la adecuada: recta y
apoyada.
* Deben garantizarse unas pautas de sueño y alimentación adecuadas para
afrontar el trabajo intelectual así como una serenidad emocional en la vida del
chico/a.
3. ELABORAR
UN HORARIO DE ESTUDIO
* Los padres pueden
colaborar elaborando un horario para las actividades de la tarde incluyendo un
tiempo diario para estudiar.
* El horario se
utilizará como referencia principal, aunque en algunas ocasiones podéis ser
flexibles y se puede modificar.
* De forma orientativa
se proponen los siguientes tiempos de estudio:
- 1º y 2º de Primaria, 6 y 7 años, unos 40 minutos;
- 3º y 4º de Primaria, entre 60 y 90 minutos;
- 5º y 6º de Primaria, alrededor
de 90 minutos;
- En Secundaria, entre 90 minutos y 2 horas.
* También es bueno planificar el fin de semana: el
sábado puede ser el mejor día para trabajar, dejando el viernes para descansar
(tras la semana de estudio) y el domingo para estar más relajado/a.
* Debe estudiar siempre durante el día, cuando la mente
está más despejada. No es lógico estudiar por la noche cuando la mente rinde
menos y al día siguiente el niño/a estará agotado/a.
4. SUPERVISAR
* Supervisar implica estar pendiente de ciertos aspectos
del estudio: del cumplimiento del horario de estudio, del aprovechamiento del
tiempo, de la realización de los deberes… en definitiva estar informado de la
marcha general.
* Una forma de estar informados es revisar los cuadernos
de clase y la agenda donde, en ocasiones, los profesores dejan observaciones.
* La supervisión nos da también la posibilidad de
elogiar los esfuerzos y los logros. Es muy importante estimular el buen trabajo
que hicieron, ya que responden mejor ante los elogios que ante las críticas.
Sin embargo, si trabajó por debajo de lo normal, podemos dedicarle una crítica
constructiva. No debéis criticarlo como persona, sólo corregirle sus errores.
Tampoco es adecuado compararlo/la con los demás compañeros/as o con las
hermanas o hermanos.
5. AYUDAR
A ORGANIZARSE
* Es bueno ayudarle a organizarse: a preparar lo
necesario para el día siguiente, a usar la agenda, las listas de tareas, los
calendarios o a priorizar las obligaciones.
* Hasta los 8 años o 3º de Primaria, es más eficaz
utilizar un cuaderno que la agenda. Ésta se puede empezar a usar a partir de
los 9 años o 4º de Primaria.
* Si tiene varias tareas, es recomendable que empiece
por la que tiene una dificultad media, seguir por la más difícil (cuando se
rinde más) y terminar por la más sencilla, cuando ya está más cansado/a.
6. MANTENER
CONTACTO CON EL COLEGIO
* Mantener contacto con el tutor o tutora es una forma
de darle importancia a los estudios y de estar informado, además es una manera
de prevenir posibles dificultades. Como mínimo, sería conveniente mantener una
entrevista en cada trimestre, aunque el chico o la chica no tenga ningún
problema.
* Si se necesita ayuda, se deben solicitar pautas claras
y concretas: qué tengo que hacer, cómo y con qué lo hago.
7. OFRECER AYUDA DIRECTA
* Aunque la familia puede ayudar en aspectos concretos,
ayudar no es sustituir. ¡No es hacerle los deberes! Hacedle saber que estáis disponibles para ayudarles
pero que son ellos los que tienen que hacer sus deberes por sí mismos para que
aprendan de forma efectiva.
* La forma de ofrecer ayuda directa puede ser: interpretar
las instrucciones de una tarea, facilitar información, resaltar información
clave o comprobar si se ha asimilado un contenido.
8. PROMOVER OTROS APRENDIZAJES
* Por último, siempre pueden promover otros aprendizajes
como fomentar la lectura, mejorar los idiomas, profundizar en el uso educativo
de las nuevas tecnologías, el gusto por la música, la visita de museos,
exposiciones, el teatro, acudir a conciertos y todo lo relacionado con el
enriquecimiento cultural.