"Papeles arrugados", una historia literariorradiogramofónica.
Una aventura sorprendente, llena de humor, ingenuidad y ternura.
Autor: Diego Arboleda
Ilustrador: Raúl Sagospe
Editorial: Anaya
RESEÑA de la Editorial:
¿No conocen ustedes el elegante Balneario de Melancólicos? Durante muchos años fue elegido por magnates y aristócratas como el sitio idóneo para descansar y relajarse. También es el lugar preferido de dos niños, Jaime y Greta, que no son ni un magnate ni una aristócrata, sino los nietos del director.
Pero en el año 1937 y con el país en guerra, el balneario es tan solo un edificio perdido entre las montañas. Y, la verdad, aquí vienen pocos clientes. Muy pocos. Casi ninguno. En realidad, solo uno. Y ese único visitante, al parecer, es un monstruo.
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Es un libro divertido, lleno de aventuras geniales y personajes encantadores, con máquinas de escribir que hacen mucho ruido para contar historias, monstruos que solo necesitan una buena cura, un balneario que precisa clientes y dos niños (Jaime y Greta) muy ingeniosos y con un corazón muy grande.
En él se cuenta todo de forma muy clara, acompañado de ilustraciones fabulosas que nos ofrecen detalles que no están en las letras.
Lo pueden disfrutar tanto niños como mayores, porque es una historia entretenida que emociona, divierte y contagia esperanza.
En él se cuenta todo de forma muy clara, acompañado de ilustraciones fabulosas que nos ofrecen detalles que no están en las letras.
Lo pueden disfrutar tanto niños como mayores, porque es una historia entretenida que emociona, divierte y contagia esperanza.
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¿Qué tiene de especial un papel arrugado?
Nada o todo: porque hasta que no lo abres no sabes lo que hay dentro.
Es como un pequeño meteorito, un cofre diminuto que podría esconder alguna extraña joya, es uno de los puños cerrados que tu madre te ofrece diciendo: elige. Tú eliges uno, y has acertado, tu madre despliega la mano y hay un caramelo, una uva o un bombón. Pero no puedes irte hasta que se abre la otra mano, porque es una mano cerrada que podría tener algo dentro, igual que un papel arrugado...